Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,
Que son dos hormigueros solitarios,
Y son mis manos sin las tuyas varios
Intratables espinos a manojos.
No me encuentro los labios sin tus rojos,
Que me llenan de dulces campanarios,
Sin ti mis pensamientos son calvarios
Criando cardos y agostando hinojos.
No sé que es de mi oreja sin tu acento,
Ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
Y mi voz sin tu trato se afemina.
Los olores persigo de tu viento
Y la olvidada imagen de tu huella,
Que en ti principia, amor, y en mí termina.
Miguel Hernández
Qué bonita…qué oportuna…..qué bien describe lo que siento por él…cómo me siento
¡Menos mal que ya cayó Miguel Hernández! Era el favorito de mi profesora de Lengua favorita. Gracias.
Afortunados quienes conocen esa hondura en el amor.