Llega ya la final de un Mundial de Futbol sorprendente y, según los que saben, de los peores que se han visto. Ahí no entro. Pero aprovecho para colocaros un microrrelato al respecto. Estoy orgulloso de él porque, pese a su extensión tiene presentación, nudo, desenlace e incluso giro final. Ahí va
Ah. ¿Qué no te gusta el fútbol? Entonces, las calles serán tu estadio. Del último minuto, del decisivo, a cada partido, te avisará el silencio en el barrio. Si luego estallan el clamor y los cohetes, será que habremos ganado. Si calla, no. Nadie escapa al Mundial, hombre. Que la tele o la radio puedes apagarla, pero a tus vecinos no.
(Publicado originalmente en El Cultural de El Mundo).
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